miércoles, 6 de noviembre de 2013

Enfoque Marcial: Meijin Dojo


No es raro encontrarse con artistas marciales que han pasado por muchas escuelas buscando una que se ajuste a sus aspiraciones como practicante y persona. Así mismo hay personas que nunca han practicado un arte marcial y sienten la inquietud de hacerlo, pero no saben cual es el lugar adecuado para ellos. Con la finalidad de ayudar a quienes necesiten orientación en este sentido, a la vez que ir conociendo mejor los dojos de Valdivia hemos creado esta sección en la que un escritor de nuestra revista entrenará por un mes con aquellas instituciones que así lo permitan. Luego podrá dar a conocer, de acuerdo a su experiencia, cual es el enfoque de la escuela y dar una idea de lo que uno puede esperar al ir a entrenar con ellos.

Hay que recordar que solo estamos analizando el enfoque, es decir la cantidad de tiempo dedicada a cada área, no somos maestros de artes marciales como para juzgar si lo que hacen es correcto o no.

Tras un mes de entrenamiento en la escuela de Bujinkan Budo Taijutsu, “Meijin Dojo”, obtuve los siguientes resultados:

Técnica:

Esta escuela presenta una dedicación constante al desarrollo técnico, en especial en el área del movimiento. Constantemente se me recordó mejorar la postura, llevando la espalda recta y el centro de gravedad bajo para conseguir el efecto deseado. A pesar de que hubo bastante entrenamiento libre, este siempre fue acompañado de correcciones técnicas, me hicieron ver mis errores y me explicaron el porqué no está funcionando un determinado movimiento. En ningún momento se me incentivó el uso de fuerza por sobre la técnica, ya que los resultados debían venir de una correcta ejecución del movimiento.

Acondicionamiento físico:

Nunca hicimos ejercicio físico por sí solo, sino que siempre fue consecuencia del entrenamiento en sí. En esta escuela se considera que en una pelea fuera del dojo uno no tendrá tiempo para calentar los músculos, y debe estar preparado para defenderse con esta desventaja. Sin embargo en ocasiones hubieron prácticas bastante agotadoras, pero no se exige que las personas cumplan con un nivel físico ya que se cree que es mejor no depender de ello.

Golpes de manos/codos:

Durante el entrenamiento no dedicamos grandes cantidades de tiempo a practicar golpes, pero si se consideran y se incentiva su uso como distracción para ejecutar otros movimientos. Se estudian los distintos golpes, las zonas de golpeo y sus aplicaciones, pero no constituye la parte más importante del entrenamiento.

Patadas/rodillazos:

Mas o menos lo mismo que lo anterior. No se usan patadas altas, ya que el enfoque de esta escuela es desequilibrar al otro mientras se mantiene el propio equilibrio.

Lanzamientos/proyecciones:

Vimos varios tipos de proyecciones, desde distintas posiciones y situaciones, pero no pasamos gran cantidad de tiempo practicándolas, sino que tratando de entender el concepto que había detrás, y la lógica de ellas.

Luxaciones/palancas:

Similar a lo anterior, sin embargo ya que se recomienda terminar el movimiento controlando al adversario, se practican con bastante frecuencia.

Movilidad/movimiento:

Este es un punto que se tocó incansablemente durante el entrenamiento, todo debía hacerse en base al movimiento corporal. Se trabajan continuamente las direcciones, analizando sus efectos. El equilibrio y desequilibrio son temas recurrentes ya que una persona con muy poco esfuerzo puede afectar bastante el equilibrio de otra si se mueve de la forma correcta. Otra razón porque se considera que el enfoque de esta categoría es alto en esta escuela, es que casi todas las técnicas parten con sabaki (esquiva), nunca se practican golpes desde el lugar en que se está parado, todo debe ser en movimiento, y con conciencia de las direcciones que se están ocupando.

Entrenamiento realista:

En ocasiones se practicó la defensa contra ataques no pactados, o contra dos personas en secuencia, sin tiempo para pensar. Sin embargo la mayor parte del entrenamiento funciona a partir de ataques lineares, donde hay un atacante que comienza desde una posición frontal, mientras el otro se defiende. Aún así está escuela practica con mucha frecuencia la henka que son variaciones de las kata, adaptandose a las circunstancias, donde el defensor debe improvisar partir de los conocimientos adquiridos, por lo que le da un toque más realista, donde muchas veces uno se encuentra que ciertas cosas no le funcionan y debe mejorarlas.

Entrenamiento deportivo:

No existe en esta escuela. Se piensa que el enemigo que uno finalmente debe derrotar es el ego y la meta debe ser la auto superación, por lo que no se hace ningún tipo de preparación para competencias deportivas.

Teoría y comprensión:

Este es otro de los puntos en que se enfoca esta escuela. En ocasiones no se te enseñará directamente lo que tienes que hacer, si no que se te mostrarán los principios, que cada cual debe intentar aplicar de acuerdo a sus propias capacidades y características personales. También es frecuente que hayan debates sobre la eficacia de un movimiento u otro; largos periodos de conversación en los que se hacen preguntas, se plantean posibilidades, y se busca llegar a interiorizar lo que se está haciendo.

Filosofía e historia:

En todas las clases se dedicó un rato a conversar sobre los orígenes de las técnicas, de este arte marcial y otros que le precedieron, y cómo están relacionados. También se dedicaron en varias ocasiones a conocer la filosofía del Soke (Masaaki Hatsumi, heredero de las nueve tradiciones marciales que componen la Bujinkan).

Kata/entrenamiento mecánico:

Las “katas” son secuencias de movimientos que se repiten y se buscan aprender a la perfección para internalizar ciertos conceptos. Sin embargo en esta escuela no se dedicó mucho tiempo a esto ya que se concentran mas en la “henka” (explicada anteriormente).

Entrenamiento libre:

Se refiere a la posibilidad de experimentar y cuestionar lo que se está enseñando. Esta escuela destina una gran cantidad de tiempo a esto.

Presión:

Si busca un lugar donde le saquen el jugo hasta la última gota, este no es su lugar. Las relaciones en general son muy horizontales no habiendo grandes diferencias entre los distintos grados, ni una autoridad absolutista de parte del instructor. Cada uno trabaja a su propio ritmo y encuentra su forma de desarrollar el arte sin mayor presión que la que uno pueda poner sobre sí mismo.

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